Bollo |
En
el año de 1996, la Asunción en México inició con las primeras misiones;
religiosos, aspirantes y laicos comenzamos a compartir la experiencia sin
imaginar que lo que iniciamos un día, al día de hoy, seguiría vivo y llevándose
a cabo por nuevas generaciones de jóvenes misioneros a quienes un día nos tocó
misionar.
Fue
entonces, en aquel año, que al Padre Miguel Díaz Ayllón – quien ahora vive en
Roma en la Casa General – a propósito de su preparación al Diaconado, le fue
asignada la zona aledaña al Colegio Militar a la salida de la ciudad de México
rumbo a Cuernavaca, Morelos. La zona que acostumbrábamos llamar Valle Verde,
ahora Sector Oriente, estaba dividida en supuestas colonias que aún no se encontraban
del todo urbanizadas: Valle Verde, Tlaxopan Norte, Dolores Tlali, Magueyera y
Tlaxopan II.
Esta
zona desde entonces pertenecía a la Parroquia de San Andrés Totoltepec, al
igual que la casa de formación asuncionista Casa Manuel; por ello, el Padre
Miguel tenía que realizar su diaconado en el territorio parroquial y fue que le
asignaron dicho sector, el cual presentaba muchas necesidades en aspectos de
formación, catequesis, una capilla para celebraciones, impartición de
sacramentos, en fin, tierra fértil para crear la comunidad con aquellas
primeras familias que llegaron a habitar la zona.
La
primera misión que realizamos en el sector, contó con un grupo muy nutrido de
religiosos y religiosas asuncionistas y lo que llamaría entonces laicos amigos
de la asunción, que con el tiempo abrazamos el carisma y nos comprometimos como
laicos asuncionistas.
Pues
ese grupito de amigos de la asunción, más otros amigos que habían venido
trabajando pastoral con adolescentes en Casa Manuel, más algunos de esos adolescentes
y chavos del Sector Oriente, conformamos el primer grupo misionero, emprendiendo
así el camino a Veracruz; bello estado donde la Asunción ha trabajado en varias
parroquias y sus comunidades no solo haciendo misiones, sino también
impartiendo talleres, retiros, y convidando al Encuentro D´Alzoniano, que desde
entonces tuvimos a bien organizar.
En
Veracruz, la primera Parroquia que nos acogió fue la de Omealca, el entonces
párroco nos envió a atender las comunidades de Matatenatito, Providencia, Loma Mulato,
Río Moreno, Zapote y Toluquilla; a su vez La Magdalena y sus comunidades de
Jalapilla y Novillero también contaron con la presencia del Padre Miguel y un
pequeño grupo de misioneros.
Laicos
adultos y jóvenes, así como el Padre Teodoro Asarta aa (+) y el Padre Oswaldo
García aa, entonces novicio, fuimos construyendo este proyecto misionero que
con el tiempo tomó forma, estilo, espíritu de familia y una gran
responsabilidad y respeto a las comunidades, lo que nos llevó a estructurar de
mejor manera a los equipos, la selección de sus miembros, la preparación previa
de todos los misioneros, evaluar siempre el trabajo realizado y establecer un
reglamento derivado a partir de nuestras experiencias en las primeras misiones
en el sentido de cuidar lo que representábamos como congregación y la figura de
misioneros, como agentes de evangelización ante las comunidades.
El
trabajo más rico de esos primeros años de misión se centraba en preparar
nuestras catequesis acorde a las necesidades de la parroquia, saber que la
misión era un momento para captar vocaciones a la vida religiosa, ser
evangelizados a la vez que evangelizábamos y construir una comunidad entre nosotros
laicos y religiosos, así como con aspirantes que llegaron a ir con nosotros
como parte de su proceso en Casa Manuel. En síntesis, Construyendo REINO en
nosotros y alrededor nuestro.
Apasionados
por el Reino nos encontramos los laicos encabezando las misiones, coordinando
los equipos y sobre todo, juntos y de la mano del Padre Teo y del Padre Oswaldo, acompañando
y dando seguimiento a los aspirantes a religiosos.
De
la Parroquia de Omealca, migramos a Oaxaca a la zona Mixe; misionamos en
Ecatepec, y posteriormente, gracias a nuestra siempre recordada Lucy Arrioja
(+) hicimos contacto con el Párroco del Naranjal y sus comunidades. Tuvimos la
oportunidad de regresar a la zona de Omealca, habiéndose constituido como
Parroquia la capilla de Matatenatito, aumentando de nuevo las comunidades a
misionar.
Aún
hay mucho que contar sobre las misiones, pero cabe mencionar que este trabajo
que iniciamos hace tantos años ha rendido y sigue otorgando sus frutos a la
Asunción en nuestras amadas tierra Veracruzanas donde ahora los Asuncionistas
están establecidos en la Parroquia de Santiago Apóstol, en Tlilapan, donde los
laicos juntos y de la mano de nuestros hermanos seguimos CONSTRUYENDO EL REINO.
Adveniat Regnum Tum.
Bollo Aurora Maltos, Laica Asuncionista
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