Hno Hugo, a.a. |
La comunidad asuncionista de
Tlilapan celebró con regocijo el XX Encuentro Juvenil D’Alzoniano en la capilla
de san José Jalapilla del 23 al 25 de noviembre. Alrededor de 200 jóvenes
procedentes de Orizaba, Córdoba y la Ciudad de México participaron con
entusiasmo y alegría en su primer campamento con Jesús joven porque según ellos
fue una experiencia maravillosa que nunca olvidarán.
Esta es la principal actividad juvenil asuncionista
de México que se realiza cada año para festejar un aniversario más del paso a
la vida plena de nuestro fundador el P. Emmanuel D’Alzon. Nos reunimos con la
intensión de profundizar sobre la vida y obra de nuestro fundador, su tiempo y
sus retos, su espiritualidad y su pensamiento. Pero también en esta reunión
compartimos las experiencias vividas en este caminar de ser cristianos desde
las intuiciones de nuestro fundador.
Este encuentro va dirigido a todos los jóvenes, así
como laicos comprometidos, que han caminado con nosotros en misiones de semana
santa, misiones de verano, misión de adviento, Encuentros juveniles,
convivencias, Pascuas Juveniles, Veladas, Retiros, etc. El Dalzoniano por estas
características y a quien va dirigido, se concentra en tres dimensiones:
Existencial, que
lleva al joven a valorar su vida, su familia, su entorno, su historia y lo
coloca ante su realidad como protagonista.
Animación
misionera: coloca al joven ante el proyecto del Reino de Dios, lo
insta a dar testimonio de su vivencia cristiana en su persona y su entorno y lo
compromete a compartir su fe con los demás en las misiones, y a participar
activamente en su comunidad local en el servicio a la Iglesia.
Promoción
vocacional: ayuda a que el joven se plantee la posibilidad de vivir
una experiencia de discernimiento vocacional en la que descubrirá si Dios lo
llama a la vida religiosa o sacerdotal, en una comunidad religiosa, en una
diócesis, o como laico comprometido en la sociedad.
Hno Dago, p. Jesús, Hna Maria de los Ángeles |
Esto último se propicia con un conversatorio
vocacional, al que se invita a distintos Institutos de vida Consagrada,
masculinos y femeninos, sacerdote diocesano, y laicos comprometidos a dar
testimonio de sus vidas.
Finalmente,
durante los tres días de este campamento juvenil se cumplió con los objetivos
propuestos que se sintetizan en la construcción del Reino de Dios en la vida de
los jóvenes como el despertar de una civilización del amor hacia la búsqueda de
un Jesús que llama a los jóvenes a ser felices en la plenitud de sus vidas.
Hno Hugo Ballesteros, a.a.
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