Queridos hermanos y hermanas;
Tras un año colmado de retos y acontecimientos, el mes de
diciembre siempre representa el fin de un ciclo. Un momento de celebración en
familia, de recogimiento y renovación, en el que intervienen valores de
esperanza y amor.
Durante siglos, la Navidad ha sido una de las grandes fiestas
religiosas, una gran ocasión para el reencuentro, pero es cierto que en los
últimos años, como consecuencia del creciente mercantilismo, la fiesta ha ido
impregnándose de un evidente carácter comercial, poniendo en entredicho el
espíritu navideño que hace de esta fiesta una celebración tan especial.
El tiempo de Navidad y Año Nuevo se caracteriza por ser una época
colmada de júbilo y alegría, de esperanza y amor por el nacimiento del Niño
Jesús, a través del cual Dios se ha acercado a nosotros de la forma más
concreta, para compartir nuestra humanidad.
Además es tiempo de
agradecimiento, de manera especial para nosotros laicos y religiosos Asuncionistas, ya que
esta Navidad 2019 inaugura la entrada en el año jubilar del 175º
aniversario de nuestra fundación.
En medio de los festejos y celebraciones nos vemos rodeados de amor e
ilusión, se cierra un año más y comienza uno completamente nuevo, con nuevos
propósitos y metas a cumplir.
Ante
las victorias aparentemente fabulosas del consumismo y de las vitrinas
extravagantes, el verdadero espíritu navideño tiene como fin transformar cada
situación, cada luz y cada obsequio, en una oportunidad para el entendimiento, la colaboración o
la solidaridad, que es una exigencia directa de la fraternidad.
Siendo
realistas, no son los regalos o la fiesta lo que importa, sino el gesto que va
detrás y a quiénes van dirigidos. Les invito a que pongamos caras y nombres
detrás de cada gesto, añadamos sentimientos a las salidas o paseos que
emprendamos para concluir este año de la forma más feliz y empezar el nuevo
llenos de esperanza.
Deseo
hacer llegar a cada uno de ustedes un mensaje de paz y de amor, para que tengan
una calurosa y Feliz Navidad con los suyos y un exitoso y próspero Año Nuevo,
deseando que este año que termine haya sido de las expectativas que tuvieron en
su inicio.
A todos
nuestro eterno cariño y gratitud por ser nuestros fieles lectores. Que Dios nos
de muchos años más para compartir con ustedes y que el niño de Belén ilumine
nuestro camino de vida en este año nuevo.
Feliz Navidad y propero ano Nuevo a cada una de ustedes.
Un abrazo fraterno.
Sébastien Bangandu Mwanza. a.a.
sebastienbangandu@yahoo.fr
No hay comentarios.:
Publicar un comentario